Lavamos las chufas varias veces. Las cubrimos con agua y las dejamos en remojo un día entero cambiando el agua 3 veces.
Las escurrimos, las secamos con papel de cocina y las echamos en el vaso junto con el azucar. Tapamos con el medidor puesto y pulsamos la tecla turbo 6 segundos.
Con la espátula, empujamos los restos hacia las cuchillas y volvemos a triturar 6 segundos pulsando la tecla turbo. Volvemos a empujar los restos con la espátula hacia las cuchillas.
Echamos agua suficiente como para que las chufas queden cubiertas. Tapamos con el medidor puesto y programamos 20 segundos a velocidad 5 y subimos progresivamente hasta la velocidad 7.
Incorporamos el resto del agua y programamos 20 segundos a velocidad 4 con el medidor puesto.
La pasamos por un colador fino y la metemos en la nevera al menos dos horas. Servir muy fría en vasos altos y espolvoreando canela por encima