La mítica prueba de la apena no podía faltar esta noche. Fabio y Albert tenían que aguantar debajo del agua el máximo tiempo posible.
A los pocos segundos de sumergirse en el agua, Fabio empezó a perder aire y tuvo que salir del agua enseguida.
Se agarró un cabreó monumental, contaba que de pequeño tuvo una mala experiencia con el agua y eso hizo que le diera mucha ansiedad y en consecuencia perder el juego.
De esta manera Fabio y Omar se jugaban el puesto en la gran final mediante un televoto.