Kiko Matamoros tiene varios tumores en la vejiga que le tienen que extirpar a principios de agosto. Cuenta desolado que una noche se despertó bañado en sangre y que no podía orinar. A los pocos días mientras estaba en Sálvame y le empezó a ocurrir lo mismo, lo describe como el que fue su peor momento televisivo.
Esta asustado y de su familia solamente lo saben su hija Laura y Ana, no quiere que Makoke se entere ya que está muy enfadado con ella por haberle utilizado para ganar dinero a su costa.
Con sus otros hijos Diego, Irene y Lucía, está bastante distanciado y se van a enterar de su enfermedad al verlo por la televisión o leerlo por internet.
Respecto a su novia, dice que es un regalo caído del cielo, que le está apoyando en todo, y que no se ha separado de él en ningún momento desde que le dieron la noticia.