Era el segundo programa del año de Susana Giménez y se estrenaba uno de los segmentos más importantes: el sketch humorístico. Esta vez uno de los elegidos para producirlo era Roberto Moldavsky. Él ya había demostrado el feeling que tenía con Susana bajo el nombre de Emporio Pasteur.
En este episodio Susana era la dueña de una tienda de ropa y a Moldavsky como vendedor, creando así un juego de realidad-ficcion ya que en su pasado, el humorista se dedico a ello. Cómo es habitual, otros artistas participaron en el sketch de manera puntual y la polémica del programa se presentaba con la llegada de Nicolás Vázquez
El actor nada más entrar demostró su habilidad para la comedia, pero pocos minutos más tarde su actuación empezó a coger un rumbo aburrida alejada del ingenio lo máximo posible.