La vecina rubia lleva años ocultando su verdadera identidad en las redes sociales. En multitud de foros de internet, cientos de personas llevan tiempo preguntándose por quien es esa persona que se hace llamar así. Sin embargo, ella siempre ha mantenido en el mayor de los secretos, su rostro.
Lo poco que conocemos de ella es gracias a sus redes sociales. Cuando comenzó a publicar en ellas, rápidamente se hizo con una gran parte de la tarta de Instagram y Twitter. Ha llegado a acumular en estos últimos cinco años la nada desdeñable cifra de 2,5 millones de seguidores en Instagram y de 830 mil en Twitter.
Gracias a estas redes comenzó a ofrecer sus propios productos online.
¿Que sabemos de la vecina rubia?
Aparentemente, y por sus redes sociales, lo único que sabemos es que tiene pelazo y cerebro debajo. Además, está perdidamente enamorada de Jon Kortajarena y es muy fan de todo lo que hace Amancio Ortega y de la ortografía en general.
Muchas de sus publicaciones están destinadas a que todos aprendamos a escribir. Su obsesión por la buena escritura la ha llevado a lanzar una aplicación que ya han descargado miles de personas.
Su buena gestión de la fama lleva a muchas personas a pensar que detrás de esa cuenta hay un equipo de marketing pero tras la investigación que hemos realizado en internet podemos confirmar que hay una persona que simplemente no quiere enseñar su cara.
Rumores sobre su verdadera identidad
Profundizando en lo más hondo de los foros españoles, los rumores nos llevan a un nombre. Isabel G. L. Esta joven es aficionada a los monólogos, y algunas imágenes suyas en internet recuerdan mucho al contenido que ella genera a través de sus propias redes sociales. Llama especialmente la atención un concurso de monólogos en la localidad salmantina de Béjar, donde hay un vídeo suyo con frases muy típicas de la vecina rubia antes incluso de hacerse famosa, ya que es un concurso anterior a su lanzamiento en las redes.
Esta misma persona, tal como puede verse en la Oficina Española de Patentes y Marcas, en un fichero que es público, registró el 13 de noviembre de 2015 la marca de «La vecina rubia». Para poder realizar esta gestión realizó un pago de 238.24€ a cuenta de la OEPM.
En el año 2017, Isabel G. L. dio de alta también a Rubén G. B. como cotitular al 50% en la misma oficina de patentes.
Además, esta misma persona tiene registradas otras marcas relacionadas con La vecina rubia como pelazo.
No podemos afirmar la identidad real de La vecina rubia, pero queda bastante claro con los datos que es mucha casualidad que todo lleve hacia una misma persona. Si queréis conocer detalles sobre otros personajes conocidos, podéis pasaros por nuestra sección de personajes.